Mi mano nunca siembra,
mi mano mata,
se suicida lentamente,
como la última nota de una marcha fúnebre.
Mi mano es un racimo de balas,
cuchillos afilados que cortan las venas,
pastillas que dan alas a la muerte,
corales rotos inundados de rocío.
Mi mano, poema de la escritora dominicana Rosa Silverio, reciente vencedora del XXI Premio Internacional de Poesía Nosside
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