Ahora estaba parado allí, cubierto de luz. Se dobló para levantar el cigarrillo y le costó llegar con la mano al suelo. Por un instante la atención de los tres hombres se fijó en él. Peláez, al agacharse, había descubierto el cuerpo de Moyano, tapado con diarios. Se acercó, y levantó uno y le miró la cara. Otra vez rompió a llorar. Se puso de rodillas, abrazó el cadáver y lo estrechó contra su cuerpo. Ignacio vio que el clavel se aplastaba sobre la nariz del placero.
A lo lejos, sonaron dos balazos.
Fragmento de la novela No habrá más penas ni olvido, del escritor argentino Osvaldo Soriano, nacido en Mar del Plata el 6 de enero de 1943.
También un 6 de enero, en 1931, nacía Juan Goytisolo.
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